Para colocar implantes en buenas condiciones, el paciente debe reunir una serie de criterios. Al tratarse de una intervención quirúrgica, conviene tomar ciertas precauciones de uso con el fin de proteger al paciente y minimizar los riesgos de posibles fallos.
Los factores a tener en cuenta son:
Los factores medioambientales
Para colocar un implante en buenas condiciones hay que:
- Disponer de un nivel de cresta ósea superior o igual a 7 mm para que el implante colocado esté rodeado de al menos 1,5 mm de hueso. Si al contacto con el implante, el hueso no presenta un grosor suficiente, su vascularización será insuficiente y se reabsorberá. Esto provoca problemas estéticos y de contaminación que al final conducen al fracaso. Si este volumen óseo es inferior a 7 mm, hay que acondicionar el hueso antes o durante la cirugía (expansión ósea, injertos…).
- Centrar el implante con respecto a la futura corona. Es decir, que la posición del implante debe guiarse ante todo por la posición del futuro diente. Ahora bien, cuando el hueso se reabsorbe en grosor, el riesgo es que el implante se desplace con respecto a su posición ideal.