Existen diferentes técnicas de injertos óseos en función de la morfología y de la localización del defecto óseo. Sería difícil dar una lista exhaustiva. Sin embargo, le describimos las técnicas que utilizamos a diario en IDEM.
La ROG (Regeneración Ósea Guiada)
La ROG está indicada para rellenar un defecto óseo localizado o para aumentar el volumen de una cresta muy delgada (4-6 mm). Se coloca hueso molido en el defecto óseo que hay que rellenar y se recubre el conjunto con una membrana.
Si las condiciones lo permiten, se inserta el implante parcialmente en la cresta ósea y se recubre de hueso en partículas la parte que está expuesta. Luego se recubre el conjunto con una membrana que sirve para contener y aislar el injerto. Para esta técnica se escoge el hueso autógeno. Sin embargo, si el volumen es insuficiente, se puede añadir un hueso alógeno o xenógeno. En cuanto a la membrana, puede ser reabsorbida o no y debe fijarse con mini tornillos y ser suturada para asegurar la estabilidad del injerto. Los implantes afectados generalmente se colocan a los 3-6 meses de la cicatrización en función del origen y de la extensión del injerto.
En ciertos casos, cuando el volumen óseo injertado es mínimo y que los implantes presentan una buena estabilidad, se puede realizar una carga inmediata.
Injerto en bloque de pequeña extensión
Injerto en aposición llamado Onlay
Esta técnica está indicada cuando la cresta ósea es muy fina (2 a 4 mm) y con una altura adecuada. En este caso, se coloca el bloque óseo y se atornilla sobre la cresta existente. El material elegido sigue siendo el hueso autógeno, y se saca una muestra a nivel del mentón o del hueso ramo del paciente.
A veces, se puede llegar a utilizar un bloque de hueso alógeno si no se puede tomar la muestra autóloga (volumen del injerto demasiado importante con respecto al volumen disponible del sitio donante). Se colocará el implante 4 meses después del injerto si se trata de hueso autógeno, y de 6 a 9 meses si se trata de hueso halógeno. Sin embargo, debemos señalar que los riesgos de reabsorción son más importantes con el hueso alógeno.