La boca es el reflejo de la personalidad de cada uno. Un mal estado de la dentición genera muy a menudo un cierto rechazo, asco de uno mismo y afecta a las relaciones sociales (con la pareja, la familia, el trabajo…): el sufrimiento es desde ese momento tanto psicológico como mécanico.
Pérdida de confianza
La boca es una de las principales herramientas de relación con el prójimo a través de la palabra, la sonrisa e incluso el beso. El mal estado de la dentición da un aspecto descuidado y genera a menudo un rechazo e incluso asco de uno mismo. Esto afecta a las relaciones sociales, tanto en el trabajo como en su propia familia yendo incluso hasta alterar las relaciones de pareja. Los problemas de tipo mecánico o estético se transforman en un verdadero sufrimiento psicológico.La persona que presenta una mala dentición ya no sonríe, intenta enmascarar su defecto por todos los medios y se centra en ese problema. La autoestima se deteriora y la persona afectada acaba por encerrarse en si misma, se margina e incluso llega a deprimirse.
El sufrimiento, desde ese momento, es tanto psicológico como físico.
La mayoría de los pacientes que tratamos nos hacen partícipes de haber vuelto encontrar la alegría de vivir. “Esto ha cambiado mi vida” “Parece que tenga 10 años menos” “Mis amigos, mis compañeros, me dicen que es increíble lo que he cambiado, sin saber por su lado lo que es diferente en mi vida o en mí”. Ya que el objetivo de una reconstrucción es el hecho mecánico pero también, huelga decir, el estético. Lo que significa que el paciente recobra una sonrisa natural adaptada a su rostro, sin que pueda parecer que se ha rehecho sus dientes.
Una cierta sensación de vergüenza
Son muchos los pacientes que manifiestan una sensación de vergüenza cuando tienen que consultarles a su dentista. El paciente tiene la impresión de ponerse al desnudo. Teme la opinión del facultativo y piensa que su caso es único. Así que retrasa la fecha, sufre en silencio y consulta en el último momento cuando la dentición está ya muy deteriorada.
Su caso no es único
La mayoría de los pacientes que nos consultan han seguido el mismo recorrido. Nuestra labor no es la de juzgar al paciente sino la de aportarle una solución a su sufrimiento físico y psicológico proponiéndole un tratamiento que responda a sus exigencias tanto mecánicas como estéticas.