Se ha demostrado desde hace varios años que la colocación de carga inmediata para una mandíbula o un maxilar completamente edéntulo proporciona resultados fiables y reproducibles con una tasa de éxito igual o superior a la carga diferida. Este protocolo ahora mismo es un dato científico y nuestra práctica diaria confirma ese consenso. Sin embargo, para obtener una tasa de éxito cercana al 99%, es fundamental respetar un protocolo preciso.
Definición
La carga inmediata (CI) consiste en realizar al mismo tiempo operatorio la colocación de implantes y de dientes provisionales fijos. El lapsus de tiempo admitido para colocar los implantes no debe sobrepasar las 72 horas.
En nuestro protocolo, la prótesis provisional presenta sistemáticamente una infraestructura metálica colada con dientes de resina. Este puente se atornilla entre 24 y 48 horas después de la intervención ya que es fundamental no interferir en el proceso de cicatrización mientras se forma el coágulo. Cuanto más se acorte en el tiempo mejores serán las garantías de éxito.
Ventajas
- Confort postoperatorio: este protocolo evita llevar una prótesis completa removible a menuda molesta, inestable, poco estética y psicológicamente mal aceptada. A partir del día de después de la intervención puede retomar una vida social y profesional normal. La sonrisa es natural y los dientes son fijos.
Se fijan los implantes entre ellos por la armadura metálica incluida en el puente provisional y así están protegidos de micromovimientos que podrían ver comprometida la osteointegración. - Rapidez del protocolo: se reducen considerablemente el número de sesiones y la duración del tratamiento.
La encía cicatriza alrededor de la prótesis provisional lo que nos permite guiar y esculpir la encía para obtener un efecto 100% natural. - Cuando se realiza la CI en el momento de las extracciones la ventaja es doble: el implante, si se coloca según unas reglas precisas, previene la reabsorción manteniendo el capital óseo y la prótesis provisional preserva la forma natural de la encía.
Limitaciones y contraindicaciones
La CI en el maxilar no es sistemática. Presenta numerosas contraindicaciones, parciales o absolutas, que hay que detectar y analizar antes de seguir con su indicación. Algunos de estos factores aumentan significativamente el riesgo de complicaciones o de fracaso y cuando vienen asociados se convierten en contraindicaciones absolutas.
Los factores de riesgo son los siguientes:
- Un potencial de cicatrización deficiente asociado a un estado de salud general deteriorado (diabetes, colesterol,..) o a un riesgo de contaminación (mala higiene, tabaquismo, ausencia de encía keratinizada…)
- Una mala calidad ósea que podría comprometer la estabilidad primaria de los implantes.
- Una anatomía desfavorable del maxilar impide una buena repartición de los implantes en la arcada. El riesgo es generar complicaciones demasiado importantes en el interfaz hueso/implante o de transmitir micromovimientos que inducirían a una fibrosis periimplantar.
- Un número de implantes insuficiente.
- Un largo insuficiente de los implantes.
- Una arcada antagonista provista de una reconstrucción con implantes reduce considerablemente la propiocepción.
- El bruximo
- Algunos casos de extracciones-implantaciones inmediatas cuando es difícil de prever el nivel de cicatrización de los tejidos blandos.
En la práctica, es delicado evaluar la nocividad de los diferentes factores de riesgo, a veces subjetivos. Por ello, en el caso de existir uno o varios elementos desfavorables, y en aplicación del principio de precaución, es preferible diferir la carga.
Observaciones
A las 24 horas del postoperatorio, cuando se coloca la prótesis provisional, la estabilidad no está asegurada más que por el anclaje primario de los implantes y no por la osteointegración. En efecto, este “tiempo” de cicatrización ósea dura entre 6 y 12 semanas: varía en función del estado de la superficie del implante pero también de los propios criterios del paciente (metabolismo, densidad ósea…). Durante ese periodo, existe un doble fenómeno: por una parte una reabsorción ósea alrededor del implante que disminuye su estabilidad primaria y por otra una neoformación ósea que va a bloquear el implante. Estos dos fenómenos evolucionan en paralelo llegando a un momento crítico sobre la 3ª semana cuando la reabsorción todavía no está compensada por el hueso neoformado. Por esa razón es indispensable colocar los implantes lo antes posible, no desmontar la prótesis durante el periodo de cicatrización y aconsejar al paciente que tome una dieta blanda durante las 6 primeras semanas.